Escribiendo podemos descubrir muchas cosas sobre nosotros, porque escribir nos da las herramientas que necesitamos para liberar, sanar y volver a empezar.

Punto y aparte.

Seguido. Final.

Puntos suspensivos…

Punto y coma;

Dos puntos: final.

Los signos de puntuación adquieren vida sobre el papel: cada vez que quisimos dar un paso más y en su lugar titubeamos; cuando dejamos la puerta medio abierta, pero debimos cerrarla de un portazo.

Todas esas frases incompletas, por no saber con certeza el final; los punto y coma mal utilizados, por desconocer su significado.

Hojas abandonadas a medio camino por miedo a tachar, corregir… y volver a empezar, nos obligan a parar, reflexionar y preguntar: ¿Cuándo, cómo, por qué? ¿Quién es responsable de este desastre?

Dónde quedan las pausas. Los silencios. El deseo de hacer bien las cosas, cuidando cada palabra.

Es el momento de prestar atención a los detalles; de elegir la riqueza lingüística, como homenaje a nuentra tierra.

Recuperemos la calidad, el tiempo y el progreso paulatino, invisibles a los ojos de quien no sabe.

Aprendamos y mejoremos, desde un profundo respeto hacia el pasado. Y si el futuro nos depara cambios, entonces construyamos una base firme: elijamos la esperanza como motor, la promesa del paraíso como punto de partida, y trabajemos en la consecución de una obra jamás escrita.

Descubre cómo la inteligencia emocional puede ayudarte a tener una vida más enriquecedora con la guía: El poder de las emociones. Incluye 3 ejercicios como bonus de regalo. Aprovecha la oportunidad, porque es GRATIS 🙂

Sara Juárez Batista
Privacy Overview

This website uses cookies so that we can provide you with the best user experience possible. Cookie information is stored in your browser and performs functions such as recognising you when you return to our website and helping our team to understand which sections of the website you find most interesting and useful.