En el viaje de la vida vamos a encontrarnos con muchos obstáculos. Circunstancias naturales que nos impidan avanzar en un momento dado y nos obliguen a replantearnos las decisiones tomadas. Pero sobre todo, los grandes obstáculos estarán dentro de ti. La manera en la que aprendas a gestionarlos marcará toda la diferencia. En los anteriores posts hemos visto los distintos disfraces del miedo. Si no los has leído haz una parada de emergencia en los enlaces que te voy a dejar a continuación. Si ya los has leído… ¡Vamos a por el antídoto! Porque sí, el amor es la solución…

  1. Descubre el miedo a lo desconocido en el siguiente enlace -> Disfraces del miedo |Parte 1
  2. Descubre el miedo al fracaso en el siguiente enlace -> Disfraces del miedo |Parte 2
  3. Descubre el miedo a la soledad en el siguiente enlace -> Disfraces del miedo |Parte 3

And… Si la idea de ponerte tus cascos y eschuchar este contenido te motiva más, conéctate ahora al podcast Emotívate y accede al episodio completo:

La solución: El amor

Como ves, hemos hecho un recorrido por algunos miedos, y hemos visto algunos recursos que pueden ayudarnos a gestionarlos. Ha llegado el momento de hablar de una solución. ¿Cuál es el disolvente del miedo?

Cuando tenemos miedo estamos en tensión. En el momento que no lo aceptamos puede llegar a paralizarnos. Es como si la simple idea de controlar lo que puede pasar nos aterrorice. Esa necesidad de control proviene del ego. Ese personajillo que quiere aislarnos, que quiere que sigamos como estamos y que ve hostilidad por todas partes.

Ese personajillo que quiere controlar a los demás para que encajen en un molde de perfección que hemos creado para ellos, y que quiere que tú encajes en un molde de perfección que ha creado en su fantasía de superioridad o inferioridad, para ti. El ego tiene muchos disfraces. Si te interesa este tema, me encantará dedicar un episodio completo a hablar de él, porque en nuestro viaje personal nos va a acompañar.

Un diálogo sobre el amor

Para hablar del amor me parece interesante abrir un diálogo. Un espacio seguro para compartir y ver qué averiguamos en el proceso. Hay una cuestión que para mí y para muchas personas, constituye un pilar fundamental en nuestro sistema de creencias. Esta afirmación es que, para atraer el amor a tu vida, primero necesitas amarte a ti mismo.

Hace poco llegó a mí un planteamiento distinto que quiero compartir contigo, y es que no necesitamos querernos primero, porque tenemos en nuestra vida personas que nos quieren incondicionalmente, aunque nosotros no nos queramos. Me hizo reflexionar.

Es cierto, en nuestra vida encontraremos personas que nos quieren, aunque nosotros aún no sepamos querernos. En cambio, por algún motivo cada vez hay más gente que se siente sola y deprimida.  Entonces, aquí hay un problema de fondo. La pregunta que planteo es: ¿puede una persona que no se ama a sí misma, aceptar e integrar el amor de los demás?

Un pequeño inciso

En este momento, quiero hacer un inciso y hablar de la labor que hacen los animales de compañía. En mi caso solo puedo hablar de los perros porque es la experiencia que he tenido, pero estoy segura de que se aplica a otras mascotas. Su afecto y amor son impagables.

En cuanto a ellos se refiere, creo que corazón que su amor incondicional puede cambiarnos la vida, y puede devolvernos algo que creíamos perdido. Pueden unir y pueden sanar. Y puede impulsarnos a seguir adelante.

Ahora, en el mundo de las relaciones con los humanos, creo que es mucho más complejo. Reflexionando sobre mi propia experiencia, cuando yo quiero a una persona que se hace daño a si misma, que se maltrata ya sea verbal, física o emocionalmente, eso a mí me duele. Por el daño que se hace y porque cuando se relaciona conmigo, también puede haber actitudes o comentarios que me hieren y deterioran la relación.

Es decir, cuando no te quieres a ti mismo eso tiene un efecto en aquellas personas que te quieren. No lo hacemos con maldad, no vamos por ahí diciendo: “ala, pues ahora no me quiero y así hago daño a los que me quieren”. No. Pero lo que sí veo, es que cuando no asumimos responsabilidad hacia nosotros mismos, hacia nuestro bienestar y salud mental y emocional, cuando no cultivamos el amor propio, todos salimos perdiendo.

Entonces… ¿Qué hacemos?

Quizás el problema es que no podemos controlar a los demás, no podemos controlar que nos quieran, que nos acepten, que sean como queremos. Lo sí puedes controlar, es lo que dices, haces y piensas. Puedes controlar tu intención, aunque luego los resultados no sean los esperados. Quedarte con la conciencia tranquila de que lo hiciste lo mejor que supiste.

Visto en perspectiva creo que las dos afirmaciones tienen algo de verdad. Por eso, si apostamos por el amor como la solución, se me ha ocurrido un planteamiento distinto: el win win. Un escenario en que todos salgamos ganando.

Utilizando el medidor de win win, podremos saber si nuestras decisiones nos empoderan a nosotros y nuestras relaciones, o si por el contrario nos debilitan. Podemos esperar a que los demás cambien, o podemos hacer algo. Y la clave es la proactividad.

Cuando eres tú quien da el paso de abrazar, de escuchar, de decir una palabra amiga, estás cambiando tu realidad y la de aquellos que te rodean, contribuyendo a que tu mundo sea un poquito mejor. Y el primer paso para hacerlo, es cultivar eso en ti. Porque irradiamos lo que habita en nosotros.

Si he querido contarte estos dos planteamientos distintos, es porque quiero hacerte ver que no hay una verdad absoluta. Lo importante aquí es que elijas tu propia verdad. Que escarbes en ti y construyas tus creencias en base a lo que resuena contigo.

Aprender a reaprender, es una habilidad que nos ayuda a deshacernos de la necesidad de control y fomenta el diálogo, la comunicación.

En resumen:

Cuando nos enfrentamos a una situación desde el miedo, activamos nuestro sistema de protección. Nos cerramos al diálogo, a escuchar al otro. Nos cerramos a otras posibilidades, acallando a la intuición. El pilar del amor en cambio es la curiosidad.

En el momento en el que aceptamos otras posibilidades y nos interesamos por descubrir cosas nuevas, activamos al amor. Abres un canal de comunicación contigo, con los demás y con tu entorno. Y por eso, el amor es la solución.

Para aceptar el miedo no hace falta irse a otro país o ser superfamosos. Aceptar el miedo implica hacer frente a esas pequeñas cosas que vamos dejando de lado porque nuestro orgullo nos dice que son insignificantes y pueden esperar. Nada de eso, esas cosas son las que, con el tiempo, acaban conformando una vida extraordinaria.

Bueno, creo que por hoy hemos cumplido. Hablarte del miedo era algo muy importante para que tuvieras presente en tu viaje personal.

Las dudas e inseguridades llamarán a la ventanilla de tu vagón de vez en cuando. Depende de ti decidir qué protagonismo les vas a dar en tu vida. Y recuerda: Necesitamos abrazar el cambio para fluir con la vida. El miedo nos enseña el camino: cuando lo enfrentamos, hallamos al otro lado, una realidad materializada de sueños.

What’s next?

Aprende a amar sin sufrimiento en el siguiente enlace -> Amar sin sufrimiento, encuentra tu pareja ideal

Descubre cómo la inteligencia emocional puede ayudarte a tener una vida más enriquecedora con la guía: “El poder de las emociones“. Incluye 3 ejercicios como bonus de regalo. Aprovecha la oportunidad, porque es GRATIS.

Sara Juárez Batista
Privacy Overview

This website uses cookies so that we can provide you with the best user experience possible. Cookie information is stored in your browser and performs functions such as recognising you when you return to our website and helping our team to understand which sections of the website you find most interesting and useful.